Gracias a la instauración de una fábrica de pinturas propia, se pudo llegar a la excelencia de los pigmentos en polvo que distribuimos hoy en día en el mercado mexicano.
Ya algunos años, ha venido cobrando mayor fuerza otra forma de pintar industrialmente que se ha ido perfeccionando a lo largo de los últimos 50 años.
Este tipo de pinturas posee una gran gama de colores y está hecha con polímeros orgánicos, por lo que su elaboración es menos dañina que la de las pinturas a base de aceite o vinílicas.
El gran desarrollo de los materiales con que se fabrica ha permitido que este tipo de pintura produzca pocos residuos que resulten dañinos para la salud de las personas y del medio ambiente.
El uso de las pinturas en polvo permitiría mejorar la calidad del aire que respiramos y reducir la cantidad de compuestos químicos que son arrojados a la atmósfera.
En la actualidad podemos encontrar una serie de productos más amigables con el medio ambiente, aunque la mayoría no se encuentra libre al 100% de solventes tóxicos.