DQ Powder Coatings

¿Cómo evitar el descoloramiento de la pintura en polvo?

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15/12/2016

La pintura en polvo es uno de los materiales que se utilizan con mayor frecuencia en la actualidad y esto se debe principalmente a los grandes beneficios que aporta a los usuarios del producto final que ha sido recubierto o cuenta con un acabado realizado con este tipo de elemento. Sin embargo, entre los usuarios aún hay algunas preocupaciones constantes derivadas de la resistencia y durabilidad de dicho acabado una vez que se encuentra en uso.

Y entre las dudas y preocupaciones más comunes se encuentra el hecho de saber cómo evitar el descoloramiento del acabado, pues como sucede con muchos otros materiales y formas de recubrimiento, el desgaste natural derivado del paso del tiempo es una consecuencia casi inevitable. No obstante, si se tienen los cuidados y se siguen los lineamientos adecuados, es posible conservar el color de un objeto por un largo periodo.

Pero antes de conocer las acciones a tomar para evitar el descoloramiento del recubrimiento de cualquier artículo que cuenta con un acabado de este tipo, es necesario recordar que el proceso de curado y secado de la pintura o recubrimiento cuya presentación se da en forma de polvo se lleva a cabo mediante el uso de un horno de gas directo, lo que implica que durante el proceso se generan diferentes gases de combustión, gases que están en contacto con la superficie del material, pieza u objeto que se está pintando.

Este contacto de los gases con los objetos es lo que provoca el problema de oxidación de las partículas de pintura, lo que a su vez provoca eventualmente un proceso paulatino y progresivo de descoloramiento, además de la aparición de manchas derivados de la generación de óxido de nitrógeno y derivados del azufre, compuestos que se generan de la descomposición de los gases.

Cabe mencionar que cuando se habla de descoloramiento, el efecto más común es la aparición de un notable tono amarillo en los colores claros y un tono grisáceo en los colores oscuros, aunque estos tonos pueden variar dependiendo del tipo de gas utilizado como combustible durante el proceso de aplicación de la pintura en polvo y la reacción que éste provoca al entrar en contacto con el material de la pieza y con la misma pintura.

Precisamente derivado de lo anterior es que se suelen utilizar diferentes tipos de resina durante la aplicación del acabado a los diferentes objetos, pues estas resinas aditivas mejoran de forma considerable la resistencia del material a los gases de combustión que se generan de manera que el color es bastante más duradero.

Pero éste es un método tradicional que se utiliza prácticamente en todos los casos para tratar de mantener el color de la superficie del artículo por el mayor tiempo posible, pero hay otros métodos y materiales que también se utilizan muy a menudo con este mismo objetivo.

Entre las formas alternativas más comunes que la industria utiliza para tratar de solucionar este tipo de problemas se encuentra la sencilla acción de mezclar el polvo con un antioxidante y realizar la aplicación después de este proceso, de manera que se retrase la oxidación de las partículas y el color sea mucho más duradero. No obstante, este método realmente no incrementa demasiado el tiempo en el que el color puede observarse en su máximo esplendor, pero es indudablemente un buen apoyo para ello.

Sin embargo, uno de los métodos más efectivos para ayudar a que el color perdure por mucho más tiempo en las piezas, objetos, artículos y productos que son recubiertos con pintura en polvo fue propuesto por un hombre cuyo trabajo precisamente consiste en la aplicación de este tipo de material.

Este hombre, como cualquier otro experto en el área, junto a sus respectivos clientes, notó que después de cierto tiempo, el color de los artículos iba perdiendo brillo y adquiriendo un tono diferente. Por lo tanto, esta persona se dio a la tarea de observar el proceso para verificar si había algún problema durante la aplicación que pudiera corregir el resultado final de descoloramiento.

Y uno de los detalles que observó fue que al entrar en el horno de gas directo, las piezas entraban en contacto con una cortina de aire, la cual era lo suficientemente fuerte y violenta para arrancar una mínima porción de la pintura que fue aplicada a la pieza u objeto, lo que tenía como resultado, sin lugar a dudas, una capa más fina de recubrimiento y un proceso más rápido de desgaste.

Adicional a esto, dentro del horno también hay corrientes de aire que pueden retirar todavía más partículas de pintura, lo que resulta en un proceso más rápido de descoloramiento. Pero no sólo eso, pues las partículas de pintura desprendidas dentro del horno se queman y se adhieren de nuevo a la superficie del objeto, lo que también provoca la aparición de manchas y el cambio de tono del color en algunas zonas.

Aunque los productos estabilizadores, antioxidantes y las resinas son bastante útiles y funcionales para conservar el color, estos probaron no ser suficientes para combatir este tipo de problemas generados al entrar y salir del horno.

A partir de entonces, este hombre comenzó a realizar pruebas al momento de realizar la aplicación de pintura, pruebas que en su mayoría dieron el mismo resultado, incluso cambiando el tipo de horno utilizado para el curado del acabado. Curiosamente, la respuesta se encontró bastante simple al agregar un aditivo estabilizador diferente, de mayor calidad y fuerza, el cual resultó mucho más efectivo al momento de adherir las partículas a la superficie, de manera que al entrar y permanecer en el horno, el aire no fuese lo suficientemente fuerte para arrancar partículas y así evitar el descoloramiento y mantener el tono adecuado por más tiempo.

En conclusión, se puede decir que el método más efectivo que se tiene para mantener durante más tiempo el color de cualquier artículo que haya sido recubierto con un producto en polvo es agregar un buen aditivo estabilizador, con una alta resistencia térmica y gran capacidad de adhesión al material, pues de esta manera se evita el desprendimiento de partículas que a la postre podrían resultar en manchas y decoloración.

Desde luego, otro aspecto fundamental para garantizar una gran durabilidad y resistencia del acabado y su color, es realizar la aplicación de una pintura en polvo de alta calidad, de primer nivel y con la mejor garantía de funcionalidad, lo cual se puede conseguir fácilmente con la mejor empresa especializada en este tipo de productos en todo México: DQ Powder Coatings.

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